miércoles, 29 de octubre de 2014

"Breves apuntes sobre el porqué de esos nombres científicos complicados" o "Decime cual, cual, cual es tu nombre"

A los Homo sapiens nos gusta clasificar las cosas. Eso es una verdad difícil de discutir. Clasificamos nuestros libros según temáticas ("Acá está mi colección de Asimov... epa, este "Robots e Imperio" no debería estar al lado de "Segunda Fundación""). Clasificamos nuestra ropa según tipo ("Amor, pusiste nuevamente una remera en el cajón de los pantalones"). Clasificamos a la gente ("aquellos son los nabos del tercer piso que hacen fiestas los miércoles a la noche"). Clasificamos.

Selfie de Linæus 
En 1735, un señor muy sueco llamado Carl Nilsson Linæus (Linneo para los amigos, Linné para los amigos franceses, etc.) publicó un trabajo que cambiaría para siempre la forma de ver el mundo natural. Bueno, tal vez exagero, pero no mucho. Lo que este buen hombre publicó fue un artículo denominado "Systema Naturae", que sentó las bases de la clasificación de las especies. A lo largo de sus múltiples reediciones, Linneo presentó un esquema de clasificación para las plantas, animales y minerales. De hecho, la décima edición del "Systema Naturae", y otra de sus obras, el "Species Plantarum" son consideradas por muchos como los puntos de partida de los actuales códigos de nomenclatura usados en ciencia para nombrar plantas y animales. Si, el de los minerales no prosperó.


Para resumir, estas obras apuntan a agrupar a los animales y las plantas en categorías. Por ejemplo, las especies serían los organismos que pueden reproducirse entre sí y dejar descendencia que pueda reproducirse (esto es una simplificación extrema y cuasi-absurda del concepto de especie, que merecería tener más de un post en el blog, pero permítanme hacer la simplificación). Los humanos pueden reproducirse entre humanos, los perros entre perros, los leones entre leones, etc. Eso serían especies. Y a las especies se les da un nombre compuesto por dos palabras. Homo sapiens. Canis lupus, Panthera leo, y asi. Cada especie pertenece a un género (Homo, Canis, Panthera), que muchas veces puede incluir más de una especie. Por ejemplo, dentro del género Panthera, además de incluir a los leones (Panthera leo), incluye a los tigres (Panthera tigris), los leopardos (Panthera pardus) y los jaguares o yaguaretés (Panthera onca). Y los géneros, se agrupan en familias (Felidae en el ejemplo que venimos arrastrando), y las familias en ordenes (Carnivora), y los órdenes en clases (Mammalia), y así. De hecho, existen categorías intermedias (subfamilia, por ejemplo). Todas estas categorías se escriben igual en cualquier idioma que se maneje (derivan en general del latin o griego), respetando siempre el uso de una mayúscula inicial, salvo para el segundo nombre en el caso de las especies (o epíteto específico), que va siempre en minúsculas. Además, tanto géneros como especies se escriben con letras itálicas (o subrayados, la idea es que se diferencien del resto del texto). Solo los géneros y especies. Solo ESOS!!! (eso fue para muchos comunicadores de ciencia que escriben notas en diarios...)
Algunos representantes del género Panthera

¿Y por qué hacer esto tan complicado? ya les dije que nos encanta clasificar. Pero además, tiene un sentido práctico. Piensen que los organismos tienen nombres distintos dependiendo del país en que se los nombre (por ejemplo, un gato, que acá es un gato, en EEUU es un cat, en Francia es un chat, etc.). Una de las ideas de esta clasificación era la de lograr que los científicos de todo el mundo se entendieran cuando hablaban.

Además, cuando uno clasifica de esta manera, lo que inevitablemente está haciendo es un planteo evolutivo. Está agrupando por parentescos. Que animales se parecen más entre ellos, cuales están más cercanamente emparentados. Porque resulta evidente que dos animales que estén en la misma familia van a estar más emparentados que animales de distintas familias, ¿no? Bueno, si, y no. Porque en realidad, la idea del bueno de Linneo era clasificar para entender la obra de Dios. Estamos hablando de 1700 y pico. A Darwin y sus ideas locas sobre la Evolución le faltaban muchos años para llegar.
Aun así, queriéndolo o no, el esquema de Linneo termina siendo muchas veces útil como una manera de introducir el concepto de evolución.

Ginkgo biloba
Ahora, es probable que muchos se pregunten el significado de esos nombres científicos. Muchos hacen referencia a características del organismo en cuestión. Por ejemplo, Ginkgo biloba recibe el nombre de "biloba" porque posee hojas que poseen dos lóbulos. Carnotaurus, el famoso dinosaurio carnívoro, obtiene su nombre de las palabras "Carno" y "Taurus", carne y toro... el toro carnívoro. Otras veces se hace referencia a descubridores o científicos (adivinen a quien homenajea la ostra Cubitostrea ameghinoi), o a lugares (¿en qué parte de Argentina habrán encontrado al Patagosaurus?), o a circunstancias del hallazgo (el dinosaurio Masiakasaurus knopfleri, por ejemplo, hace referencia a Marc Knopfler, cantante de Dire Straits, ya que aparentemente los paleontológos escuchaban la música cuando hallaron los fósiles). Incluso puede ser que el significado sea un juego de palabras, o referencia a cosas que poco tienen que ver con el ejemplar estudiado, como el mamífero Gagadon, el diente de Lady Gaga (?) o las polillas del género La (La cucaracha, La paloma, o La cerveza).

Así que la próxima vez que vean un nombre científico, complicado, sabrán que es la manera que encuentran los científicos de poder conocer, organizar, agrupar, clasificar, y poder compartir sus ideas con colegas de otros lugares del mundo. Algo parecido a lo que hacían los magos de Terramar (salvo por unos detallecitos de menor importancia).



"If you could name it you could master it, maybe, little wizard... 
Would you like to know its name?"


*Las imágenes utilizadas fueron obtenidas de Wikipedia (Wikimedia commons)

5 comentarios:

  1. Que manía de clasificar tienen los seres humanos. Me gusta.

    El tema de los nombres me parece un mundo fantástico, otro de los vértices donde los científicos (en este caso los taxónomos) pueden dar rienda suelta a su lado creativo.

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  2. Al principió pensé que al primer tigre de la imagen le faltaba una pata.

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    1. Ningún tigre fue herido en la construcción de este post

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    2. Interesante el post. Me gustó la parte que dice: "la idea del bueno de Linneo era clasificar para entender la obra de Dios." También, las circunstancias que nombran a los nuevos especímenes. ¡Saludos!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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