Una metáfora típica que se asocia a la Paleontología es la del viaje en el tiempo. Esta herramienta ha sido utilizada por narradores, relatores de documentales y escritores de divulgación muchísimas veces. Seguramente les viene a la mente alguna imagen acompañada de un "viajemos 65 millones de años al pasado, cuando los dinosaurios dominaban la..." y listo. Bueno, no vamos a transgredir la metáfora, abracémosla y repitamos la experiencia, pero cambiando un detalle: en lugar de viajar millones de años hagamos algo más humilde, vayamos al año 1993, hace muy poco tiempo. Y sí señoras y señores, el año 1993 es nuestra parada para la segunda entrega de nuestra experiencia divulgopaleontológica. Vamos a volver a excavar en las entrañas de la divulgación paleontológica, como hicimos aquella vez en la que exploramos la maravillo serie de revistas "
Dinosaurios" (
experiencia que pueden repetir cliqueando aquí mismo).
Si visitamos un supermercado de 1993 y caminamos hacia la sección de libros y revistas, entre novelas de Stephen King y Danielle Steel, entre cuentos de la serie Escalofríos (
Goosebumps para los puristas), un pequeño libro de color blanco, con un llamativo título en letras rojas y la figura de nuestro buen amigo el
Tyrannosaurus (antes que la prensa sensacionalista, Steven Spielberg y todos aquellos que quieren irritar a Ezequiel comiencen a llamarlo "
T-Rex"). El aspecto era este:
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A los Tyrannosaurus les gusta mirar
de costado en portadas. |
Con esta portada frente a nosotros podemos apreciar elementos que quieren llamarnos la atención. Dejemos de lado un momento ese gigantesco "
dinosaurios" y veamos más abajo. Nos dicen que no sólo hay dinosaurios, sino también un muy amplio "
otros animales prehistóricos". Y luego el hecho destacado "
de la A a la Z", incluso levemente más grande que el dinosaurios. Ese elefante peludo y ese pájaro con dientes de la tapa hacen que valga la pena ver que nos quiere mostrar.
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Benton: One does not simply |
Dinosaurios y otros animales prehistóricos de la A a la Z (tal es su nombre completo) fue un pequeño libro de divulgación paleontológica elaborado por el muy prolífico paleontólogo inglés Michael Benton, uno de los pioneros en los análisis de grandes conjuntos de datos y el estudio de la calidad del registro fósil y las extinciones, especializado en reptiles (aunque tiene trabajos en todos los grupos de vertebrados -y algunos de invertebrados,
ojeen por acá-), entre muchísimas otras cosas. La propuesta de este libro era simple y a la vez atractiva. Las 256 páginas de su cuerpo incluían fichas de una interminable lista de dinosaurios y otros animales prehistóricos. A diferencia de otras publicaciones de su época este libro recalcaba e insistía en diferenciar que y que no es un dinosaurio. Entre sus páginas desfilaban lagartos, serpientes, mamíferos, sinápsidos, aves, temnospóndilos, tortugas, reptiles marinos, cocodrilos, pterosaurios e incluso homínidos como el
Australopithecus y el Hombre de Neanderthal. ¿Notaron el sesgo? Sí, exactamente, los "animales prehistóricos" del la tapa son todos vertebrados, lo que es esperable ya que el público al que estaba orientado este libro era el de los pre-adolescentes (y arrancar contando qué fue
Wiwaxia puede resultar engorroso y llevar a agregar más páginas). Otro sesgo menos notorio es el recorte temporal de los organismos: la mayoría de las fichas correspondían a especies mesozoicas que convivieron con los dinosaurios. Pero si lo pensamos, el título "
Dinosaurios y otros animales vertebrados prehistóricos principalmente mesozoicos de la A a la Z" ya hubiera sido demasiado largo y tendríamos que haber dejado a nuestro
Tyrannosaurus fuera de la tapa.
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El simpático Albertosaurus
nos saluda desde su página exclusiva. |
Cada ficha seguía una estructura similar. Bajo el nombre del protagonista se ubicaba una caja con un listado que incluía la pronunciación del nombre, su significado (datos extremadamente importantes para el niño curioso), el nombre de quién lo describió originalmente, el lugar donde fue hallado y el lapso temporal en que vivió. En el caso de los dinosaurios esto era acompañado con un mapa marcando los lugares de los hallazgos, mientras que los no-dinosaurios incluían una cinta temporal con una clave de colores para señalar el momento de la historia de la Tierra en que vivieron. Para terminar se agregaba una silueta del animal a escala con una figura humana
exactamente igual a las que venían en la revista Dinosaurios. Bajo esto se incluían algunas líneas describiendo al animal o mencionando curiosidades al respecto y, en la mayoría de los casos, una ilustración (generalmente original para el libro, cuyos autores nunca son mencionados). Cada página podía tranquilamente transformarse en una tarjeta o carta para un juego de rol, o un álbum de figuritas. Imagínense el juego de cartas con fichas de dinosaurios al viejo estilo de las cartas Cromy (es verdad, es verdad,
no estoy inventando nada nuevo...). Prácticamente una
pokédex de dinosaurios (y animales prehistóricos, no nos olvidemos). Este tipo de formato resulta atractivo para niños y pre-adolescentes ya que toma muchas características del coleccionismo. Y ni hablar de aquellos que somos fanáticos patológicos de las clasificaciones y sistematizaciones.
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La página dedicada al hoy
desaparecido grupo de los
"Carnosaurios". |
Al comienzo del libro se incluían algunas páginas interesantes en las que se contaba que es la Paleontología y se relataban algunos momentos históricos de esta disciplina (aunque nuevamente sesgándose hacia los grandes reptiles), especialmente sobre la historia de ésta en el Reino Unido. Se explicaban conceptos como el tiempo geológico, la fosilización y la historia de la vida en la Tierra (secciones típicas de este tipo de libros). Intercaladas entre las fichas, aparecían varias páginas que se centraban en la clasificación y en la historia de algunos grupos en particular como los anfibios, los mamíferos y diversos linajes de dinosaurios.
"
Dinosaurs and other prehistoric animal Factfinder" (tal era su título original) fue un punto importante de la divulgación paleontológica en Argentina. Hoy día los libros sobre dinosaurios son muy abundantes, encontrándose en cualquier librería, feria de usados o biblioteca infantil una infinidad de ejemplos, con una muy diversa calidad, siempre apelando a la espectacularidad de las ilustraciones (y no siempre apostando al contenido). Pero en 1993, en sintonía con el fenómeno Jurassic Park, todavía no eran tan comunes. Este libro pertenece a lo que se conoce como literatura de supermercado, que incluye libros producidos en grandes cantidades, con portadas de letras gigantes (como aquellas novelas que se mencionan al comienzo de esta nota) y precios generalmente accesibles. A pesar de ello, trascendió esas estanterías y hoy es recordado por una generación de paleontólogos y entusiastas de la Paleontología.
Diversas ediciones de la versión inglesa de esta obra,
donde aprendieron a desligarse del Tyrannosaurus.
...Dinosaurs and other mainly Mesozoic prehistoric vertebrate animal Facfinder!
No he podido conseguir una versión digital de este libro para compartirla con el público, así que si algún lector tiene acceso y quiere compartirla, está invitado a hacerlo.