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martes, 29 de agosto de 2017

Dinosaurios de la A a la Z... o Paleontología de la Divulgación Paleontológica Vol. 2

Una metáfora típica que se asocia a la Paleontología es la del viaje en el tiempo. Esta herramienta ha sido utilizada por narradores, relatores de documentales y escritores de divulgación muchísimas veces. Seguramente les viene a la mente alguna imagen acompañada de un "viajemos 65 millones de años al pasado, cuando los dinosaurios dominaban la..." y listo. Bueno, no vamos a transgredir la metáfora, abracémosla y repitamos la experiencia, pero cambiando un detalle: en lugar de viajar millones de años hagamos algo más humilde, vayamos al año 1993, hace muy poco tiempo. Y sí señoras y señores, el año 1993 es nuestra parada para la segunda entrega de nuestra experiencia divulgopaleontológica. Vamos a volver a excavar en las entrañas de la divulgación paleontológica, como hicimos aquella vez en la que exploramos la maravillo serie de revistas "Dinosaurios" (experiencia que pueden repetir cliqueando aquí mismo).

Si visitamos un supermercado de 1993 y caminamos hacia la sección de libros y revistas, entre novelas de Stephen King y Danielle Steel, entre cuentos de la serie Escalofríos (Goosebumps para los puristas), un pequeño libro de color blanco, con un llamativo título en letras rojas y la figura de nuestro buen amigo el Tyrannosaurus (antes que la prensa sensacionalista, Steven Spielberg y todos aquellos que quieren irritar a Ezequiel comiencen a llamarlo "T-Rex"). El aspecto era este:

A los Tyrannosaurus les gusta mirar
de costado en portadas.

Con esta portada frente a nosotros podemos apreciar elementos que quieren llamarnos la atención. Dejemos de lado un momento ese gigantesco "dinosaurios" y veamos más abajo. Nos dicen que no sólo hay dinosaurios, sino también un muy amplio "otros animales prehistóricos". Y luego el hecho destacado "de la A a la Z", incluso levemente más grande que el dinosaurios. Ese elefante peludo y ese pájaro con dientes de la tapa hacen que valga la pena ver que nos quiere mostrar.

Benton: One does not simply
Dinosaurios y otros animales prehistóricos de la A a la Z (tal es su nombre completo) fue un pequeño libro de divulgación paleontológica elaborado por el muy prolífico paleontólogo inglés Michael Benton, uno de los pioneros en los análisis de grandes conjuntos de datos y el estudio de la calidad del registro fósil y las extinciones, especializado en reptiles (aunque tiene trabajos en todos los grupos de vertebrados -y algunos de invertebrados, ojeen por acá-), entre muchísimas otras cosas. La propuesta de este libro era simple y a la vez atractiva. Las 256 páginas de su cuerpo incluían fichas de una interminable lista de dinosaurios y otros animales prehistóricos. A diferencia de otras publicaciones de su época este libro recalcaba e insistía en diferenciar que y que no es un dinosaurio. Entre sus páginas desfilaban lagartos, serpientes, mamíferos, sinápsidos, aves, temnospóndilos, tortugas, reptiles marinos, cocodrilos, pterosaurios e incluso homínidos como el Australopithecus y el Hombre de Neanderthal. ¿Notaron el sesgo? Sí, exactamente, los "animales prehistóricos" del la tapa son todos vertebrados, lo que es esperable ya que el público al que estaba orientado este libro era el de los pre-adolescentes (y arrancar contando qué fue Wiwaxia puede resultar engorroso y llevar a agregar más páginas). Otro sesgo menos notorio es el recorte temporal de los organismos: la mayoría de las fichas correspondían a especies mesozoicas que convivieron con los dinosaurios. Pero si lo pensamos, el título "Dinosaurios y otros animales vertebrados prehistóricos principalmente mesozoicos de la A a la Z" ya hubiera sido demasiado largo y tendríamos que haber dejado a nuestro Tyrannosaurus fuera de la tapa.


El simpático Albertosaurus 
nos saluda desde su página exclusiva.
Cada ficha seguía una estructura similar. Bajo el nombre del protagonista se ubicaba una caja con un listado que incluía la pronunciación del nombre, su significado (datos extremadamente importantes para el niño curioso), el nombre de quién lo describió originalmente, el lugar donde fue hallado y el lapso temporal en que vivió. En el caso de los dinosaurios esto era acompañado con un mapa marcando los lugares de los hallazgos, mientras que los no-dinosaurios incluían una cinta temporal con una clave de colores para señalar el momento de la historia de la Tierra en que vivieron. Para terminar se agregaba una silueta del animal a escala con una figura humana exactamente igual a las que venían en la revista Dinosaurios. Bajo esto se incluían algunas líneas describiendo al animal o mencionando curiosidades al respecto y, en la mayoría de los casos, una ilustración (generalmente original para el libro, cuyos autores nunca son mencionados). Cada página podía tranquilamente transformarse en una tarjeta o carta para un juego de rol, o un álbum de figuritas. Imagínense el juego de cartas con fichas de dinosaurios al viejo estilo de las cartas Cromy (es verdad, es verdad, no estoy inventando nada nuevo...). Prácticamente una pokédex de dinosaurios (y animales prehistóricos, no nos olvidemos). Este tipo de formato resulta atractivo para niños y pre-adolescentes ya que toma muchas características del coleccionismo. Y ni hablar de aquellos que somos fanáticos patológicos de las clasificaciones y sistematizaciones.

La página dedicada al hoy
desaparecido grupo de los
"Carnosaurios".


Al comienzo del libro se incluían algunas páginas interesantes en las que se contaba que es la Paleontología y se relataban algunos momentos históricos de esta disciplina (aunque nuevamente sesgándose hacia los grandes reptiles),  especialmente sobre la historia de ésta en el Reino Unido. Se explicaban conceptos como el tiempo geológico, la fosilización y la historia de la vida en la Tierra (secciones típicas de este tipo de libros). Intercaladas entre las fichas, aparecían varias páginas que se centraban en la clasificación y en la historia de algunos grupos en particular como los anfibios, los mamíferos y diversos linajes de dinosaurios.






"Dinosaurs and other prehistoric animal Factfinder" (tal era su título original) fue un punto importante de la divulgación paleontológica en Argentina. Hoy día los libros sobre dinosaurios son muy abundantes, encontrándose en cualquier librería, feria de usados o biblioteca infantil una infinidad de ejemplos, con una muy diversa calidad, siempre apelando a la espectacularidad de las ilustraciones (y no siempre apostando al contenido). Pero en 1993, en sintonía con el fenómeno Jurassic Park, todavía no eran tan comunes. Este libro pertenece a lo que se conoce como literatura de supermercado, que incluye libros producidos en grandes cantidades, con portadas de letras gigantes (como aquellas novelas que se mencionan al comienzo de esta nota) y precios generalmente accesibles. A pesar de ello, trascendió esas estanterías y hoy es recordado por una generación de paleontólogos y entusiastas de la Paleontología.


Diversas ediciones de la versión inglesa de esta obra,
donde aprendieron a desligarse del Tyrannosaurus.





...Dinosaurs and other mainly Mesozoic prehistoric vertebrate animal Facfinder!



No he podido conseguir una versión digital de este libro para compartirla con el público, así que si algún lector tiene acceso y quiere compartirla, está invitado a hacerlo.



lunes, 14 de agosto de 2017

"Tan grande como 7.3 T-Rex" o.... Breves sugerencias para los que quieran comunicar un nuevo hallazgo paleontológico

Superman #142 (Enero de 1961), al periodista Clark Kent
le encargan  su primera nota de periodismo paleontológico
(aunque su editor, Perry White, se confunde de disciplina...).

Imagínese que Ud. es un periodista (tal vez lo sea) y su editor o quienfuera del medio en el que trabaja le pide un artículo sobre algún hallazgo paleontológico que está actualmente marcando la agenda. ¿Cómo encarar el artículo? ¿qué tener en cuenta?¿qué detalles no lo son tanto?
El siguiente es un breve compendio de comentarios o sugerencias para todos los que se vean en la obligación o necesidad de comunicar un nuevo hallazgo o resultado paleontológico (o de otro tipo capaz que también). Son cuestiones referidas mayormente a cuestiones técnicas, que capaz que a mas de uno le importan un pimiento. Pero hacen al contenido y validez científica de la nota. Y evitarán que mas de un fanático de estas cosas se ofenda.
Disclaimer: para no ofender a nadie que haya cometido estos errores, omitimos ejemplos puntuales de artículos. Pero sepan que para casi todos (o todos) los puntos, hay ejemplos publicados.
No buscamos señalar o reirnos. Al contrario, queremos tirar una pequeña contribución para ver si alguien lee esto y dice "pucha, capaz que me confundí". Nos interesa que la ciencia se comunique. Creemos que es clave. Cada día mas. Pero también queremos que la ciencia se transmita de manera correcta. De estas temáticas conocemos, y por eso escribimos el post. Otras temáticas nos superan, y preferimos no opinar.
Sin mas preámbulos, les dejamos el punteo:

1. Verifique qué ciencia quiere abarcar en su artículo. Antropología, Paleontología y Arqueología no son sinónimos intercambiables. Puede ser que a veces se superpongan, sí, pero si está hablando de un saurópodo gigante es muy probable que se refiera a Paleontología.

2. Lea el artículo científico. Tómese el trabajo, por más que lo supere. Y si no lo entiende, investigue mínimamente, consulte a especialistas. No copypastee porque se nota, incluso incluirá errores que no estaban en su "fuente" por no tomarse el trabajo de entender lo que se supone intenta comunicar.

3. No se quede con el mainstream. El más grande, más antiguo, más malo, etc. pueden ser interesantes, pero desmerecen artículos científicos que seguramente contienen datos más interesantes o estudios más profundos que eso. Valore la labor del científico no quedándose en "lo que vende". 

4. Las reglas de nomenclatura botánica y zoológica existen. No las ignore. Hablamos un poco de eso acá, pero si Ud. está apurado, sepa que una especie se compone de dos palabras, el género y el epíteto (o nombre) específico. Ambas se italizan o subrayan (van en tipografía diferente al resto del texto), el género va con mayúsculas inicial y el epíteto específico SIEMPRE en minúsculas. Recuerde que decir el "sapiens" o el "rex" está mal. Es H. sapiens o T. rex. También está mal Homo Sapiens, homo sapiens, T. Rex y sobre todo T-Rex.

5. Los organismos vivos se clasifican usando categorías taxónomicas inclusivas. Eso también lo tratamos acá, pero por regla general, verifique que si da dos categorías las ordene de manera coherente. Ejemplo, decir un "titanosaurio saurópodo" es redundante, ya que todos los titanosaurios son saurópodos. Decir "saurópodo titanosaurio" es correcto porque excluye a otros saurópodos, como los dicraeosaurios.
Datazo: las categorías mayores a los géneros (familias, órdenes, etc.) no se italizan (aunque si va al código de Plantas y afines va a ver que hay recomendaciones para que se haga), pero van con mayúsculas iniciales cuando se recurre a sus nombre formales, y no llevan tildes (Dicraeosauridae, Tyrannosauridae, Carnivora, Rodentia, Araucariaceae). Así que no ponga itálicas a cosas que suenan a griego o latín a diestra y siniestra. Tenga criterio. Y ojo cuando dice "es de la misma familia que...". Familia es una categoría taxonómica, no la use pare referirse a cosas que no pertenecen a la misma familia (ej. Decir "el amargasaurio era de la misma familia que el braquiosaurio" está mal, ya que pertenecen a diferentes familias (Dicraeosauridae y Brachiosauridae, respectivamente). 

6. Obviamente puede usar nombres vulgares para categorías formales. En esos casos, no necesita itálicas ni mayúsculas, pero sí llevan tildes (ej. tiranosaurio, titanosaurio, titanosáurido)

7. También los períodos y eras geológicas tienen nombres formales. Chequee la tabla de estratigrafía internacional que puede bajar acá. Y por favor, chequee como se escriben lo períodos en el país donde publicará la nota (no use "Cretáceo" en Argentina, por ejemplo). Algunas divisiones dentro de períodos, como Cretácico Inferior, son formales y van con mayúsculas. Acá no hay mucha regla. Hay que ver la tabla y verificar si son divisiones formales o no. De cualquier manera, Jurásico no es sinónimo de "era de los dinosaurios", ni todo dinosaurio es del Jurásico, así que no use Jurásico para todo.

8. El Tyrannosaurus rex no es una unidad de medida estandarizada. No hay un tiranosaurio patrón de iridio y platino en ningun museo o en alguna bóveda subterránea que se use para comparar. No compare todo con el tiranosaurio, no tiene sentido. No es didáctico. La gente no tiene por qué saber qué tamaño tiene un tiranosaurio. 

9. Los dinosaurios mostrados en Jurassic Park no se hallan reconstruídos de manera correcta (puede mirar por acá si quiere). Sobre todo el Velociraptor. Si bien usar películas o series es una interesante herramienta para enganchar al público, decir "pariente del Velociraptor de Jurassic Park" es una falacia. Nada es pariente de esa aberración presentada en la película, que poco se parece a un Velociraptor.

10. Las aves son dinosaurios. La definición de Dinosaurio (el clado Dinosauria) incluye a las aves. Los dinosaurios no están extintos. Puede decir que se extinguieron los dinosaurios no avianos, si lo necesita. Si quiere hacer el chiste de que Susana tenía razon, sepa que ya no es gracioso.

11. Los pterosaurios, mosasaurios, ictiosaurios y plesiosaurios NO SON dinosaurios. No todo animal prehistórico es un dinosaurio. El niño mas cercano se lo puede explicar. Consúltele. 

12. La evolución no es un proceso lineal de progreso. No es una cadena tampoco (esa secuencia de mono que horizontalmente llega al hombre moderno es falaz a mas no poder... No la use salvo que quiera hablar de lo mal entendida que es la evolución). Puede pensarla mas como ramas de árboles. Al mismo tiempo, el concepto de "eslabón perdido" es completamente erróneo, ya que no existe tal cosa, lleva a pensar equivocadamente el proceso evolutivo, y metodológicamente los ancestros comunes son teóricos (es decir, es falso plantear que se encuentre el ancestro entre los humanos y chimpancés, por ejemplo). Por lo que mas quiera, no use "eslabón perdido". 
La evolución tampoco es una "lucha" entre especies. Tenemos en el tintero un post en el blog de estos temas, pero por ahora se los debemos.

13. Hablando de evolución, los individuos no evolucionan (olvídese de Pokemon). Las poblaciones son las que evolucionan. Decir que un organismo evoluciona, o que los piojos se vuelven resistentes a algo, sin aclarar que es la población de piojos, pero que en realidad los resistentes ya existían en proporciones bajas, está mal. Este tema no lo abordamos en el blog aún, pero cualquier texto sobre evolución le clarificará este asunto. 

14. Recuerde que la Paleontología no solo estudia dinosaurios. Entendemos que son mucho mas populares que otros grupos extintos. Si bien entendemos que es mas difícil lograr que un medio publique una nota paleontológica no relacionada con dinosaurios, sería bueno que al menos no transmita la idea de que los paleontólogos solo estudian ese tipo de animales.

15. Una vez escrita la nota, envíesela a algún experto (o al menos conocedor del tema) para que evalúe si quedan errores conceptuales contenidos en la misma. En realidad si Ud. se tomó el trabajo de leer a conciencia la información disponible, hablar con gente que trabaje o sepa del tema, y no copypasteó, es probable que como mucho se le escapen unos errores de tipeo.

16. Nota a los editores/dueños de los medios. Siempre es recomendable contratar a un periodista científico o a un científico para este tipo de notas, así que no sean ratas e inviertan un dinero en esto, y dejen de tirarle la tarea de hacer la nota a cualquiera que no sólo no sabe sino que no le interesa el tema.

17. Y finalmente, agradeceremos que comparta este texto con todos los que puedan estar interesados (o no les interese, pero que al menos sepan que tal vez la están pifiando)


Grant: Say again?
Hammond: We have a T. rex
Jurassic Park (1993)